viernes, 30 de noviembre de 2012

Buceando por la red: Homenaje al cine

Aquí os dejo un video que encontré por internet que recorre el cine desde sus orígenes, recordando una serie de películas que a lo largo de estos más de cien años de vida fueron dejando impronta en nuestras retinas. Un precioso homenaje que desde aquí quiero compartir.


jueves, 29 de noviembre de 2012

Milos Forman



Contados directores son los que con tan poco han conseguido tanto reconocimiento y es que Milos forman con apenas un puñado de películas, incluyendo las de sus país natal ha sido capaz de conseguir cinco candidaturas a los Oscar por sus películas, dos como mejor filme de habla  no inglesa y tres como director (de los que se llevó dos), todo ello al margen de sus tres globos de oro como director.

Y es que es difícil ver una irrupción en el mundo del cine reciente tan talentosa como al de este joven, que desde su Checoslovaquia natal y a base de una gran talento ha conseguido convertirse en uno de los más reputado y selectos directores del panorama actual.

Su experiencia comienza allá por los años sesenta en un cine checoslovaco tan lejos de las grandes distribuidoras y a priori demasiado alejado de lo que se consideraba cine convencional, al menos en hablando en términos de consumo global. Sin embargo su gran talento pronto empezó a llamar la atención más allá de las fronteras de su país, primero en Europa y después llegando hasta la mismísima meca del cine, algo impensable para el cine Checoslovaco por aquellas alturas, así tras la toma de contacto con su ópera prima “Pedro, el negro” (1964) consigue dos nominaciones a mejor filme de habla no inglesa por “Los amores de una rubia” (1965) y “¡Al fuego bomberos!” (1967) y pese a no llevarse el gato al agua si que se le abren las puertas del mercado americano de par en par.


Así debuta bajo suelo norteamericano con “Juventud sin esperanza” (1971), sin embargo el espaldarazo definitivo y su consagración en el mundo del cine llegaría cuatro años más tarde, en 1975, con la adaptación al cine de la novela de Ken Kesey “Algo voló sobre el nido del cuco”, el resultado un película soberbia, refirmada aún más por la excelente actuación de Jack Nicholson, que logra alzarse con las cinco estatuíllas principales en la gala de los Oscar de ese año, algo al alcance de muy pocas obras.


Tras el apabullante éxito, Forman se embarca en un proyecto en las antípodas del anterior. Un musical antibelicista de nombre “Hair” (1979) centrado en al movimiento hippie o flower power de carácter pacifista surgido en los años sesenta como respuesta a la entrada de los EEUU en el conflicto bélico de Vietnam.


Con “Ragtime” (1981) Forman sigue en cierto modo en el mundo de la música pues se centra en mostrar la evolución de los EEUU en los primeros y relevantes años del siglo XX todo representado a través de una serie de personajes, encabezados por un pianista negro de jazz, que nos reflejan los distintos problemas de la época como el racismo todavía existente o la lucha de clases. La película pese al sólido argumento y alo interesante de sus personajes se lleva un impresionante batacazo en la gala de los Oscar al no llevarse ninguna de las ocho nominaciones a las que optaba.


Su siguiente aportación sin embargo será su otro gran éxito junto a “Alguien voló sobre el nido del cuco”. En “Amadeus” (1984) Forman nos muestra la enigmática personalidad de un genio como Mozart y la conflictiva relación de este con su coetáneo y compañero de profesión Salieri, mucho mayor y más considerado en las corte antes de la llegada del joven genio austriaco. Esta vez si que son ochos los Oscar que pasan a condecorar a la película, incluyendo cuatro de los cinco considerados principales, solo le faltó el de mejor actriz principal.


Encantado con el cine de época el directo se embarca en un proyecto franco-británico sobre los amoríos y tejemanejes de la sociedad aristocrática de la Francia del siglo XVIII. “Valmont” (1989), sin llegar a ser mala, pasa sin embargo sin pena ni gloria por la filmografía de Forman.


Las sensaciones encontradas con este último proyecto lo lleva a un receso de siete años hasta el estreno de “El escándalo de Larry Flynt”, polémico film cargado de sexualidad que cuenta la emergente carrera del fundador de la revista para adultos “Hustler”. Toda un defensa de la libertad de expresión que reverdece viejos laureles y la otorga a Forman el crédito perdido. Aunque finalmente no pueda alzarse con lo que sería su tercera estatuilla y se tenga que conformar con la nominación, pero es que estamos hablando del año en el que también compitió “El paciente inglés”, sin duda la gran triunfadora de la gala.


Luego vino “Man on the moon” (1999), un biopic sobre el showman Andy Kaufman, genialmente interpretado por un actor especialmente dotado para la comedia como Jim Carrey que supo reflejar como nadie la visión y el trabajo de Kaufman a lo largo de su controvertida carrera.


Su última aportación hasta la época tuvo que esperar otros siete años para su estreno. En 2006 cobraba forma “Los fantasmas de Goya”, la visión de Forman del genio de la pintura española y mundial y de la España y la sociedad monárquica y con un gran poder de la iglesia que dominaba España en una de sus épocas de esplendor.


A día de hoy pocas noticias se tiene de un nuevo proyecto de Forman, a buen seguro cualquier día de estos relanza de nuevo su exitosa carrera con otra gran aportación no solo a su filmografía sino al mundo del cine.


martes, 27 de noviembre de 2012

Quien te ha visto y quien te ve... (III)



Ya hemos lanzado una mirada al paso a lo orígenes de lo que es su día fueron jovencitas precoces en esto del cine y que hoy son ya consolidadas actrices y a reputados actores con duros, y precoces en muchos casos, comienzos para llegar a al cima de la fama en la que se encuentran hoy en día. Creo que va siendo hora de echar mirada atrás con muchos de los más reconocidos directores actuales que ya llevan muchos años de trabajo sobre sus hombros y que su filmografía hoy por hoy no solo es reconocida sino que aporta, cada uno a su manera, su grano de arena a lo que conocemos como séptimo arte. Y es que todos tenemos un pasado…

Woody AllenWoody Allen no pasaría por ser uno de los múltiples cómicos y showmans que plagan las calles de su querida Nueva York de no ser por que en su día supo encauzar muy bien toda esa creatividad y ese peculiar sentido del humor tan intimista y reconocible en el mundo del cine. El resultado es una de las carreras más longevas y prolíficas que se recuerdan a día de hoy en el mundo del cine. A día de hoy y ya superados los setenta años sigue rodando comedias con sus sello de identidad al frenético ritmo de una por año.


Clint Eastwood - La gran mayoría lo considera como el último de las grandes directores clásicos de Hollywood, todo un ejemplo del Hollywood que fue. Sin embargos sus inicios siempre estuvieron ligados a la interpretación y ahí es donde se lo ve en sus comienzos. Intercalando cine con televisión hasta que Don Siegel y Sergio Leone se cruzan en su vida y parte de darle notoriedad le trasmiten todos sus conocimientos, que sin desmejorar a sus maestros, y la vista de su obra, con dos Oscar a mejor director, los ha sabido llevar más allá que sus propios mentores (como el siempre los reconoce)


Roman Polanski – Aunque nacido en exilio de guerra es uno de los más grandes directores que dio Polonia, junto a Wajda y Kieslowski. Pese a que muchas veces es noticio más por su vida privada que por su talento, este último es innegable ya tanto en su Polonia natal, como en Francia y más tarde en la meca del cine. Todo este buen hacer y evolución fue refrendado en 2002 con un premio Oscar a mejor director.


Martin Scorsese – De ascendencia italiana, pero de alma neoyorkina, Scorsese se erige allá por los setenta como una de las cabezas visibles del nuevo cine nortemericano. Un cine con nuevas ideas y que tan bien sabe captar a una generación ávida de nuevas historias. Hoy en día en uno de los directores más reputados de la industria y que recientemente ve por fin recompensada su carrera tras recibir por fin su ansiado Oscar tras múltiples e incomprensiblemente infructuosos intentos de alzarse con la soñada estatuilla, prácticamente a alo largo de toda su carrera.


Steven Spielberg – El hoy considerado rey midas de Hollywood y una de las personalidades más influyentes del mundo también tuvo sus comienzos antes de poder alzarse, entre otras cosas, con sus dos estatuillas que a día de hoy lo premian como mejor director de Hollywood en sendas ocasiones. Y es que los inicios de Spielberg son una mezcla de talento desbordante y oportunismo que primeramente le da la oportunidad de poder ofrecer su trabajo e ideas al mundo de la televisión para después respaldado por la Univesal dar el salto a la pantalla grande, comenzando así un de las carreras más exitosas y rentables de las últimas décadas


Brian De Palma – Lo que empezó como un hobby de un apasionado por las ciencias, acabó convirtiéndose en su carrera y modo de vida. Reputado director y guionista lleva una dilatada carrera ofreciendo grandes resultados desde que allá por finales de los sesenta decidió volcar todo su talento hacia el séptimo arte


Francis Ford Coppola - Otra de los miembros que allá por lo setenta revitalizó en cine. Hoy quizá menos presente, pero en su legado quedan obras capitales como “El padrino” o “Apocalipse now” y que hoy se dedica a ejercer sobre todo de mecenas del buen cine y de patriarca de una gran familia dedicada al séptimo arte, con su hija Sophia a la cabeza.


David Lynch – Puro talento o soberana locura. No hay término medio para definir a Lyncn. Un prometedor joven qua allá sobre los sesenta empezaba en esto del cine. Con una temática fuera de lo común, muy en consonancia con el surrealismo, anclada en inverosímiles guiones llevados a cabo con impresionante efectismo. Incomprendido por muchos e idolatrado por otros hoy en día en un veterano director con un peculiar obra que sin duda no deja indiferente a nadie.


Oliver Stone – Otro de los referentes del nuevo cine neoyorkino y uno de los más comprometidos socialmente. Al igual que Coppola hoy más dedicado a la producción, algo que no quita mérito a sus comprometido inicios en el mundo del cine y a sus tres Oscar (dos como director y uno como guionista) que atesora a día de hoy.


Tim Burton – Uno de los directores más particulares del reciente cine. Su universo fílmico es de gran riqueza. Mundos e historias maravillosas, con un trasfondo gótico, siempre amparado por un reparto que siempre le es fiel, como su esposa Helena Bonham Carter o Jonnhy Deep, su gran actor fetiche y siempre ligado al buen hacer de Danny Elfman en la banda sonora. El resultado es una rica filmografía de un joven hurño que adía de hoy se convierte en el más extravagante de todos lo directores de éxito.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Obituario


Larry Hagman (21/9/1931-23/11/2012) (actor norteamericano famoso por interpretar a Jr en la exitosa "Dallas")


Jose Luis Borau (8/9/1929-23/11/2012) (director y guionista de cine español, miembro de la Real Academia Española y ex-presidente de la Real Academia de las artes y las ciencias cinematrográficas)


Tony Leblanc (7/7/1922-24/11/2012) (actor y humorista español)


domingo, 25 de noviembre de 2012

Burt Lancaster



Burt Lancaster es recordado como todo un héroe de aventuras, que además supo aprovechar el tirón del cine negro para convertirse en una de sus caras más reconocibles, que por si no fuera poco triunfó en el western, género por antonomasia para los norteamericanos y llevó a cabo un de las carreras más prolíficas y longevas que se recuerdan, con apariciones de gran talla hasta prácticamente la fecha de su muerte. Es sin duda uno de los iconos del Hollywood clásico y uno de los actores más reconocidos y reconocibles de todos los tiempos.

Su debut no pude ser mejor ya que fue en uno de los títulos imprescindibles de cine negro con “Forajidos” (1946) no solo se adaptaba de forma genial un relato de Hemingway, sino que nacían para el gran público Burt Lancaster, en su primer papel y Ava Gardner, que si bien es cierto que a diferencia de su compañero de reparto ya llevaba unos años por Hollywood este si fue su primer papel de relevancia.


Esa fulgurante y exitosa aparición le abre las puertas de Hollywood de par en par y pronto se lo empieza a reconocer en distintos trabajo de cine negro, si bien ninguno a la altura de su primer filme. Ejemplo de este tipo serían “La hija del pecado” (1947), “Al volver a la vida” (1948) u otro gran título del género como “El abrazo de la muerte” (1949).



Y así de pronto le llega la oportunidad de enrolarse en una cinta de aventuras, amparándose en su pasado como trapecista, el título uno de los grandes dentro de este género: “El halcón y la flecha” (1950) causa furor entre el público y pronto se lo compara como el sucesor de Errol Flynn, toda un referencia en el cine de aventuras y el de capa y espada o piratas.


Al igual que como lo sucediera en los cuarenta con el género negro el gran éxito de “El halcón y la flecha” dio la posibilidad a Lancaster de poder filmar una serie de películas de aventura que lo definirían de la misma forma como un rostro muy reconocible en este tipo de cine, así que a lo largo de los cincuenta lo podemos ver en “Diez valientes” (1951), “El temible burlón” (1952) o “Su majestad de los mares del sur” (1954).


En 1953 participa en lo que la postre sería otro de sus grandes títulos, encabezando un reparto de auténtico lujo en una historia ambientada en la segunda guerra mundial en el famoso y doloroso para los EEUU ataque de Pearl Harbor. “De aquí a la eternidad” es la película del año, alzándose con la nada desdeñable cifra de ocho Oscar en la gala de ese año y convirtiéndose en una de las películas más rentables de Hollywood y una de las más recordadas.


Si bien ya había flirteado con el western años atrás, la década de los cincuenta también es la que viene a imponer una serie de títulos que quedarán ligados a la figura del actor como cara relevante del género típicamente americano. Surgen títulos como “Apache” (1954) en donde interpreta a un indio, Vera cruz” (1954) en un de las incursiones de nuestra Sarita Montiel en el cine de Hollywood, El hombre de Kentucky” (1955), la inolvidable “Duelo de titanes” (1957) midiéndose al gran Kirk Douglas en una de las muchas versiones del duelo entre Wyatt earp y “Doc” Holliday o acompañando a Audrey Hepburn en “Los que no perdonan” (1960)




Otro papel muy especial para el debido a su pasado circense es “Trapecio” (1956), una historia de amor, celos, orgullo y superación desde las alturas con un trío protagonista de excepción en una pretenciosa cinta que intentaba aunar en drama romántico con el mejor cine de aventuras.


Curiosamente su primer y único Oscar llega recién estrenada la década de los sesenta con un papel dramático, alejado del reconocido aventurero u hombre duro, por el que era reconocido. En “El fuego y la palabra” Lancaster encarna a un embaucador que con su verborrea y buena presencia se gana la vida como predicador engañando a buenas gentes.


La década que se iniciaba también la iba dar la oportunidad a Lancaster de dejar su impronta en el cine bélico con tres aportaciones más que meritorias primeramente formando parte de un elenco espectacular en “¿Vencedores o vencidos? (1961) y después en otras dos películas centradas en el ocaso de la segunda guerra mundial y que son no solo toda un referencia del género, por una parte “El tren” (1964) de Frankenheimer y “La fortaleza” (1969) de Sidney Pollack.


Esta fue una década también prolífica en su aportación al western con títulos de distinto calado como “La batalla de las colinas de whisky” (1965), “Los profesionales” (1966), centreada en la revolución mejicana o “Camino de la venganza” (1968). Toda una serie de títulos, que sin llegar a ser obras maestras del género le siguen aportando buenos papeles a un Lancaster que empezaba a apreciar su madurez.



Y hablando de buenos papeles destaca en esta época su aparición en todo un clásico del cine carcelario, la aportación de Lancaster en “El hombre de Alcatraz” se antoja todo un acierto a la vista de la riqueza del personaje que interpretada, que lo lleva a plantarse por luchar por su segunda estatuílla en la gala de los Oscar.


Durante la época Lancaster viaja a Europa para aportar su presencia a uno de los mejores filmes de todos los tiempos como cabeza presente de la decadencia de la aristocracia italiana  del siglo XIX en la famosa novela de Lampedusa “El gatopardo” (1963) transformada genialmente por Visconti en un película sublime a la par de bella.


Ya en los setenta la calidad, que no cantidad, de sus apariciones se ve mermada así se lo puede ver como ”Scorpio” (1973), en un filme sobre el espionaje en la guerra fría, en westerns crepusculares como “La venganza de Ulzana” (1972) o colaborando de nuevo con Visconti en “Confidencias” (1974), aunque sin duda su trabajo más importante de este época es haber formado parte del elenco de actores de una de la obras cumbre del cine de Bertolucci y todo un gran retrato del siglo XIX en “Novencento” (1976)




Ya en su vejez y en plenos ochenta destaca otra importante aportación en un filme de Louis Malle “Atlantic city” (1980) que incluso le ofrece la oportunidad de luchas por última vez por hacerse con otro Oscar.


De esta última época son también otras obras destacadas como la excéntrica comedia “Un tipo genial” (1983) o la que a la postre sería su despedida del mundo del cine con “Campo de sueños” (1989) ya que cinco años más tarde fallecía, ya mudo y en silla de ruedas tras un apoplejía, víctima de un infarto al corazón.