viernes, 24 de agosto de 2012

Lauren Bacall



Con Lauren Bacall repasamos la vida de una de las pocas actrices del Hollywood clásico que a fecha de este post aun sigue en activo colaborando con aportaciones esporádicas a esto que conocemos como en séptimo arte. Y es que su precoz debut en los años cuarenta la convirtió no solo en una cara imprescindible del cine negro sino en una de las actrices más prometedoras de Hollywood, algo que con los años fue confirmando.

De familia neoroquina de origen judío Laureen Bacall ya encamina sus pasos desde muy pequeña a la interpretación y fu su belleza felina la que le abrió las puertas de Hollywood , pues Howard Hawks quedó prendado de su influjo al verla en una portada de Harper´s Bazaar y decidió incluirla con tan solo diecisiete años como pareja de un consolidado Humphrey Bogart en “Tener y no tener” (1944). El resultado fue un a película mítica y uno de los debuts más impactantes e importantes de todo Hollywood. Un estrella en ciernes se vislumbraba en un firmamento que empezaba a a estar huérfano de ellas.


El tremendo éxito de la pareja Bogart-Bacall traspasó incluso la gran pantalla algo que hizo correr ríos de tinta y que culminó en boda de la que a priori se desconfiaba achacándola a puro marketing, pues la friolera de veinticinco años separaban los contendientes. Marketing que el tiempo disipó, pues el matrimonio siguió unido hasta la muerte de Bogart más de una década después. Toda esa publicidad y complicidad tanto dentro como fuera de la gran pantalla fue aprovechada para rodar grandes títulos para el cine negro como "El sueño eterno" (1946), “La senda tenebrosa” (1947) o “Cayo largo” (1948).


Fuera de sus trabajos con Bogart también se le emparejó con los más importantes actores de la época como Gary Cooper en “El rey del tabaco” (1950), Kirk Douglas en “El trompetista” (1950) o el mismísimo John Wayne en “Callejón sangriento” (1955).


Su firma también apareció en grandes y recordadas películas como en “Escrito sobre el viento” (1956) uno de los famosos melodramas de Douglas Sirk formando pareja con Rock Hudson o “Como casarse con un millonario” (1953) compartiendo gloria con una Marilyn en lo más alto de su carrera.


En los años sesenta, ya fallecido Bogart, sigue rodando a un buen ritmo, aunque notablemente inferior al de décadas pasadas. Se la puede ver con galanes como Tony Curtis en “La pícara soltera” o Paul Newman en “Harper, investigador privado” (1966), uno de sus grandes títulos.


Los setenta y los ochenta vieron menguar considerablemente su aportación como destacables su aparición en la coral “Asesinato en el orient Express” (1974) junto a muchas otras glorias de Hollywood clásico o el reencuentro con John Wayne en lo que sería la despedida de este del cine en “El último pistolero” (1976).


Los años noventa vieron un reauge de un aya madura Lauren Bacall con apariciones el películas mediáticas y taquilleras como “Misery” (1990), basada en el famoso relato de Stephen King, “Pret a porter” (1994) que la reúne con Sophia Loren o “Diamonds” (1999) que la reúne muchos años después con un Kirk Douglas ya muy mayor.


Con la llegada de nuevo siglo despierta el interés de uno de los directores más controvertidos del cine. El danés Lars Von Trier cuenta con Bacall para dos de sus películas (“Dogville” [2003] y “Manderlay” [2005]) de una trilogía inacabada (previsto fin finalizarla con “Washington” [2014]).


A falta de su último estreno (“The forger”) y ya con casi noventa años Lauren Bacall perdura como o una de la pocas estrellas de verdad que se resisten a apagarse por cerrar definitivamente el telón del Hollywood clásico.

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